Una primera reflexión
La educación prohibida
En primer lugar, he de decir que no puedo hacer honor al documental "La educación prohibida" con este post; sin embargo, creo necesario poder, al menos, recomendar su visionado a todo el que aún no lo haya visto, sea educador o alumno. En esta obra maestra encontramos un clamor, un grito, una petición que raya en la exigencia (necesaria) de una diversidad en la educación. Y lo hace a través de una crítica, por momentos blanda, por momentos más dura, pero siempre aportando un gran conjunto de soluciones, y distintas visiones de esta "disciplina" que llamamos educación.
Aunque la película plantea un problema mundial y con muchas aristas, hay una de ellas que a mi parecer tiene una relevancia especial, ya que atañe a todos los actores protagonistas del conflicto educacional, es decir, alumnos y profesores. Este problema no es otro que la presión del sistema, a través del currículo, y de todo lo que éste conlleva. El profesor recibe al llegar a la escuela o al instituto, una lista de tareas, que tiene que devolver hecha carne en cada alumno, a final de curso. Esta lista es en la mayoría de los casos desproporcionada, y le impide al docente dedicar tiempo a experimentar y a buscar nuevas formas de ayudar al alumno a crecer como persona. El alumno, por otro lado, recibe unas condiciones de aceptación social, tanto en el grupo social de la clase como en su entorno familiar. De esta manera, su objetivo queda siempre en conseguir algo que está fuera de sí, y en ningún momento se le pide que se mire a sí mismo.
El profesorado especializado que participa en la creación de la película parte de una idea central muy clara: el alumno no va a la escuela a ser educado, sino a crecer como individuo. No existe la idea occidental del alumno como recipiente de contenido, sino más bien como fuente de conocimiento. De un conocimiento que se basa en la experiencia, en la creatividad, en la alegría, en el trabajo en equipo...
Me parece interesante hacer un comentario también acerca de una reflexión que tuve mientras veía este documental. Extraños pensamientos cruzaban mi mente: "estos son unos hippes", "seguro que no quieren contar el lado malo de sus métodos", "no puede ser que no haya conflictos graves"...y un largo etc. El pensamiento occidental (ya globalizado desgraciadamente) está bien arraigado en mi conciencia; esa mentalidad que dice que el ser humano no tiene remedio; que cuando alguien mejora algo impuesto durante siglos, se estará equivocando; que cuestionar el statu quo es imposible.
Este sistema, que se devora a sí mismo y devora más aún a quienes lo cuestionan, dejó un resquicio a "La educación prohibida", y permitió que educadores de todo el mundo se atrevieran a probar cosas nuevas, a inventar escuelas, métodos y, en definitiva, a poner por delante al único importante en todo el proceso educativo: el ser humano.
Creo que el problema no es el poner por delante al ser humano, la concepción que tenemos del ser humano ya lo pone por delante, el problema quizá sea que cada uno lo hacemos individualmente y no en conjunto.
ResponderEliminarHola, en mi opinión y como diría la escuela de Frankfurt lo que hay no es lo que debería haber y hoy podemos denunciar lo negativo como lo único posible. Tenemos que aspirar a ese absolutamente otro que puede existir en la educación y hasta que los docentes que llegaremos próximamente no nos creamos esa premisa es muy difícil cambiar ese paradigma
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en los planteamientos que muestras en el texto. Tenemos que pretender cuestionarnos todo sin dar por verdadero lo que nos dan por "lo normal"
ResponderEliminar¡A mi me sigues dejando con ganas de más! Vengo por aquí de vez en cuando a ver si nos has regalado una entrada nueva y... ¡al menos yo la pido a gritos!
ResponderEliminarYa sabes. ¡Leer cosas críticas nunca esta de más!
Te he dejado un par de cosas críticas más para que las disfrutes!!
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