El libro blanco
José Antonio Marina es el autor del Libro Blanco de la Profesión Docente y su Entorno Escolar. En él podemos encontrar las veinte propuestas para cambiar algunos aspectos importantes del ámbito de la educación. El autor hace hincapié en la necesidad de un cambio en la Educación, un cambio que nos permita mejorar el sistema.
Me quiero centrar en la propuesta seis que hace el autor que dicta así:
SEXTA PROPUESTA
Consideramos que la docencia es una profesión que exige una alta cualificación, y que para que cumpla mejor sus objetivos deberíamos atraer hacia ella a las personas más competentes y comprometidas. Para lograrlo recomendamos las siguientes medidas:
Consideramos que la docencia es una profesión que exige una alta cualificación, y que para que cumpla mejor sus objetivos deberíamos atraer hacia ella a las personas más competentes y comprometidas. Para lograrlo recomendamos las siguientes medidas:
a) Volver a recordar la transcendental importancia de los educadores para el bienestar y el progreso social, emprendiendo campañas de sensibilización a través de los medios de comunicación y también a través de los Departamentos de orientación, en los Centros de Secundaria.
b) Aumentar el prestigio social de la profesión, dando a conocer la labor que realizan los mejores docentes.
c) Mejorar las condiciones laborales. Los estudios comparativos con otras naciones indican que el nivel de retribuciones no es el factor más importante, porque no hay gran diferencia entre nuestro país y el de los otros miembros de la OCDE, pero que es importante cuidar que el nivel de sueldo inicial sea lo más alto posible. Creemos que para hacer más atractiva la profesión influye más una valoración social adecuada, un sentimiento de eficacia por parte de los docentes, una formación sólida que les permita acometer con seguridad y eficiencia sus obligaciones, y un clima estimulante y creativo en los Centros.
d) Diseñar una profesión que permita progresar, reconozca el mérito y anime a la
excelencia.
excelencia.
Desde mi punto de vista hay varias cuestiones que se extraen de esta propuesta, que no creo que sean las más acertadas. Podríamos resumir dichas cuestiones en algunas palabras clave, como cualificación, competencia, compromiso, trascendental, prestigio, dinero, progreso, mérito, excelencia. Dichos conceptos me parecen más relacionados con la carrera profesional de un deportista de élite, o de un político, que la de un educador.
Creo que el hecho de que se haga una educación entre educadores "buenos" y educadores "malos", es tremendamente dañino para el sistema educativo; igual de dañino, de hecho, que hablar de alumnos "buenos" y alumnos "malos". Pienso que se debe partir de la base de que el profesor tiene vocación por enseñar, y eso pienso que debería certificarse en la universidad. Tengo compañeros, y en este caso me incluyo, que entramos en este master porque no queda otra, por abrirse puertas. No obstante, yo tengo vocación a la enseñanza, trabajo de ello y me gusta, y aunque no me había planteado seriamente el impartir en la ESO, en el Máster algo de gusanillo ha entrado. Pues bien, pienso que la vocación es el único requisito que debería centrar el discurso de este punto, del libro blanco y de la profesión docente en general.
Desgraciadamente, muchos alumnos van a clase sin ganas, sin ilusión y sin intenciones ni de aprender ni de convivir ni de libros blancos ni negros. Luchemos porque encuentren en el aula un profesor ilusionado por aprender, convivir, y por poner en práctica su propio libro blanco, o azul, o verde, que hable de una profesión que se realiza en el momento, y que nace de la inquietud de poner un grano de arena en una sociedad deshumanizada, que piensa antes en el prestigio, el dinero, o la superioridad ante los demás, que en la solidaridad, la ilusión por aprender, y el descubrimiento del otro.
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